Ángel Lafuente es un experto en oratoria que desde hace 28 años participa con sus cursos y talleres en la Universidad de Verano de Maspalomas, casi tanto cómo los años que lleva la propia universidad.
Este año Ángel presenta su curso con el título “Cómo lograr una personalidad imbatible para hablar en público con placer escénico”, el cuál considera que, aunque cada año cambia de denominación éste le parece más sintético y que organiza las piezas fundamentales de su curso, aunque afirma que no hay título perfecto.
Destaca Lafuente que llevamos años asumiendo que el miedo escénico es natural, es inevitable y que es conveniente, lo cual es una barbaridad. Y esto afecta para que los individuos no se crean que en sí mismos, que son capaces de utilizar la palabra y comunicarse.
Lamentablemente la comunicación hablada no se está enseñando en las universidades adecuadamente, y se pregunta Lafuente “¿De qué sirve conocer o ser una persona sabia? Si luego no se sabe exponer”. Es una incoherencia del sistema educativo, y de sus autoridades, a las cuáles el experto Ángel Lafuente, lleva décadas denunciando.
Quizás una de las principales causas del escaso interés por la enseñanza de la comunicación hablada, sea que no interesa a los poderes, y no se refiere Ángel solamente a los poderes políticos sino a los económicos y sociales. Argumenta que no interesa que exista gente segura en sí misma y en manifestarse, porque esa “seguridad personal” los lleva a ser libre pensadores, y esto no interesa a los poderes.
La crítica
Afirma Lafuente que hay que madurar mucho para aceptar la crítica.
Él ha conseguido con los años valorarla tremendamente, afirma que con los elogios no se avanza, ni se crece, pero sí con la crítica, a la cuál él nunca contesta, “porque ha aprendido que el ser humano tiene siempre una justificación una réplica, con lo cual anulamos el provechoso efecto de la crítica”.
Afirma que “consigo pocas veces que la gente me diga la verdad de lo que piensa, y cuando lo hacen, aunque me parezca un disparate, me la guardo y la reconsidero”.
Libertad de expresión
El ser humano debe disfrutar de una personalidad imbatible, es evidente que la tierra está habitada por 7.000 millones de seres humanos iguales en dignidad y valores, pero el destino nos ha asignado diferentes papeles a interpretar.
Creer en uno mismo, ya es un plus de valor, y es en lo que debemos creer.
La libertad de pensamiento, es la “madre del cordero”, considera Lafuente, y evidentemente las personas tienen derecho y deber de manifestar sus opiniones. Ángel afirma que incluso ha tenido la experiencia de ceder su posición y pasar a la contraria, si la otra persona le convence de estar en un error y de que la verdad está más a favor suya.
Finaliza Ángel Lafuente con la expresión de que “la sociedad daría pasos de gigante, con cosas tan fundamentales como llegar a ser todos, individuos libres de sí mismo, libres pensadores, críticos y libre habladores”.







Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.110