La familia de la menor fallecida en el trágico accidente en Taurito exige claridad y responsabilidades

La muerte de Rebecca, una niña de apenas dos años que perdió la vida en circunstancias aún no aclaradas en un parque acuático de Taurito, ha sumido a su familia y allegados en un dolor indescriptible. Pero más allá del duelo, exigen respuestas: qué ocurrió exactamente, cómo se actuó tras el accidente y si se pudo haber hecho más para salvarla.

Michele Bortoluzzi representante de la familia, en su nombre y apoyada por instituciones y profesionales, ha difundido un comunicado en el que pide que se esclarezca hasta el último detalle del suceso. Insisten en la necesidad de reconstruir fielmente los hechos, tomar declaración a todos los testigos presenciales y analizar exhaustivamente la actuación y preparación de quienes intervinieron, tanto en el rescate como en la atención posterior.

En su escrito, critican duramente las reconstrucciones parciales y sin fundamento que han circulado en algunos medios, a las que califican de “especulación” e incluso “bulos”, y lamentan que solo contribuyen a aumentar el sufrimiento de la familia.

La familia centra su atención en varias circunstancias: el tiempo transcurrido desde que la niña comenzó a ahogarse hasta que fue asistida por primera vez; los minutos que pasaron hasta la llegada de una ambulancia medicalizada (que, según señalan, no llegó hasta las 16:23); y la eficacia, preparación y recursos empleados en los primeros auxilios.

A esto se suma una cuestión especialmente grave: la presunta inoperatividad de una salida de emergencia, que habría tenido que ser forzada para evacuar a la niña. ¿Cuánto tiempo se perdió en este proceso? ¿Se habrían podido evitar estas demoras con instalaciones en correcto estado?

Los vídeos disponibles —según la familia— muestran cómo fue una mujer presente en la zona de hamacas quien detectó la situación y se lanzó al agua a intentar socorrer a la niña, cuando ya flotaba desde hacía varios minutos sin que nadie reaccionara. El primer socorrista llegó minutos después, desmintiendo así versiones que afirmaban que la niña quedó atrapada bajo las colchonetas.

También se cuestiona si se contaba con los medios materiales adecuados y cuál era la formación del personal implicado. La falta de una respuesta rápida y eficaz podría haber marcado la diferencia.

La familia expresa su rechazo a las declaraciones del director de seguridad del Aquapark, quien — según la famila afirma — intentó desviar la atención culpabilizando implícitamente a los familiares que acompañaban a la menor. "Rebecca no estaba sola", subrayan. Se encontraba en compañía de su abuela, tíos, hermana y primas, en todo momento.

“La reacción" ante el accidente es tan importante como el accidente en sí. Y eso es lo que se está intentando tapar”, indican con firmeza. Además, aseguran que nadie del parque se ha acercado a expresar sus condolencias a la familia, ni siquiera de manera formal. “El parque siguió abierto como si nada hubiera ocurrido, ignorando por completo el dolor de una familia rota”.

Finalmente, la familia hace un llamado a toda persona que haya presenciado el accidente o cuente con imágenes o información relevante, para que la comparta mediante los canales de contacto proporcionados. También piden a las fuerzas de seguridad y a la justicia que actúen con rigor, sin dejar ninguna pregunta sin respuesta.

“Llegaremos hasta el fondo. No descansaremos hasta obtener un cuadro claro de responsabilidades”, concluyen, reiterando que esta tragedia no debe repetirse, y que no aceptarán ni silencio, ni indiferencia, ni especulación.