El Castillo del Romeral se prepara para su renovación, los vecinos exigen unas mejoras largamente esperadas

El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, a través de la Concejalía de Vías y Obras (liderada por Araceli Armas, en coordinación con Eduardo Armas), ha iniciado unas obras de mejora en las piscinas naturales de El Castillo del Romeral con la intención de reforzar la seguridad, la accesibilidad y la puesta en valor de este espacio. Está previsto invertir alrededor de 531.000 euros, financiar la actuación tras el permiso de Costas (tramite iniciado en octubre de 2023), y llevar a cabo la obra en dos fases: reparar la losa del solárium y renovar escaleras y pasamanos; posteriormente se sustituirán la barandilla del paseo marítimo y las 18 farolas de los tramos afectados. El alcalde, Marco Aurelio Pérez, ha señalado que la iniciativa busca no solo embellecer el litoral, sino “potenciar el atractivo del municipio” y mejorar la calidad de vida de vecinos y visitantes.

Esta intervención llega tras años de denuncias vecinales sobre el estado de las piscinas y su entorno. Usuarios locales llevan reclamando que las losas rodeando las piscinas están levantadas, que hay escalones sin rejillas antideslizantes, superficies deterioradas, callaos acumulados y deterioro general del solárium que hace peligroso el acceso al agua. En redes sociales y en foros de vecinos se aprecia un sentimiento de alivio al ver que las obras van a comenzar, aunque también inquietud sobre que los arreglos sean permanentes y que no vuelvan los problemas poco después, especialmente por el efecto del mar y las mareas en la infraestructura costera.

Los vecinos ya habían advertido del abandono progresivo: denunciaban falta de limpieza, accesibilidad deficiente y ausencia de dragado, lo que según ellos hacía que las piscinas naturales “ya no estuvieran en condiciones adecuadas para el baño”. Creen que esta renovación debe implicar también un buen mantenimiento a largo plazo, señalando que arreglar sin preservar puede suponer repetir las mismas frustraciones.

Con estas obras, el Ayuntamiento pretende no solo remediar los desperfectos visibles, sino prevenir riesgos y restaurar el entorno para que los ciudadanos puedan disfrutarlo sin temor. Si se cumplen los plazos y la calidad prometida, el Castillo del Romeral podrá recuperar parte de ese valor social y costero que muchos sienten que se ha perdido con el tiempo.