Las quemas controladas se limitan a otoño, invierno y primavera, y solamente si las condiciones meteorológicas lo permiten
Las prohibiciones del verano se levantan, pero es esencial mantener las medidas preventivas para la protección del territorio
También vuelven a activarse los permisos que se conceden para hacer quemas agrícolas y reducir así restos de poda y rastrojos
Con el cambio de estación y la entrada en la época de peligro medio-bajo de incendios forestales, el Cabildo de Gran Canaria anuncia la suspensión de las restricciones asociadas al periodo de alto riesgo de incendio propio de la época estival. No obstante, se recuerda a la ciudadanía la necesidad de respetar una serie de medidas preventivas tal y como detalla el portal de prevención de incendios del Cabildo, grancanariamosaico.com.
Así, vuelven a activarse los permisos concedidos para hacer quemas agrícolas con las que reducir los restos de poda y rastrojos, así como la posibilidad de usar barbacoas portátiles en las áreas recreativas, entre otras medidas.
Paralelamente a la flexibilización de usos, se reactiva el programa de quemas prescritas, una herramienta fundamental de gestión forestal que queda suspendida durante los meses de verano por cuestiones de seguridad y que ha comenzado esta semana en la Cumbre, municipio de Vega de San Mateo, y que ya se extienden por otros puntos estratégicos.
Las quemas prescritas son fuegos controlados y de baja intensidad diseñados para reducir de forma segura el exceso de pinocha y matorral acumulado en zonas estratégicas. El objetivo es gestionar el territorio de manera proactiva para reducir la carga de combustible, y hacer así el paisaje más resistente a la propagación de grandes incendios forestales.
Estas intervenciones se ejecutan únicamente durante los meses de otoño, invierno y primavera, y solo cuando las condiciones meteorológicas (humedad, viento, temperatura) son las propicias para garantizar la seguridad y eficacia de los trabajos. Las quemas las lleva a cabo personal especializado, que no solo asegura la correcta ejecución sino que también vela para que no se produzcan impactos negativos sobre el ecosistema.
La efectividad de las quemas prescritas como técnica preventiva ha quedado demostrada durante los últimos grandes incendios en la isla, como los de 2017, 2019 y 2023, donde las áreas tratadas previamente con quemas prescritas ralentizaron significativamente el avance de las llamas y facilitaron las labores de extinción.
El Cabildo de Gran Canaria recuerda que la colaboración de la sociedad es fundamental para contar con una isla resistente a los grandes incendios forestales. Además del trabajo en la prevención estructural con herramientas como las quemas prescritas o el pastoreo controlado, es imprescindible conocer las medidas de precaución y respetar las restricciones al realizar actividades en el monte, como modo de evitar grandes incendios.
La población rural de las medianías y cumbres de Gran Canaria, con sus actividades cotidianas como las quemas agrícolas, reduce el combustible forestal y crea un mosaico de parcelas cultivadas, zonas de pastoreo y aprovechamientos forestales que actúan como cortafuegos productivos y persistentes."
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