El equipo polaco desplazado a la isla aconseja riegos exhaustivos en consonancia con el origen de la planta, una superviviente del tiempo
Se ha sustituido el sustrato, entre otras acciones, y se ha establecido un protocolo de cuidado para un ejemplar de porte inusual
Llegó a Gran Canaria traída por un médico en el siglo XIX y se trata de un ejemplar hembra
Antonio Morales, presidente del Cabildo: “Es un elemento de referencia en el que se unen arte, memoria y naturaleza”
Guacimara Medina, consejera de Cultura: “Hemos conseguido que conviva con el MUBEA y que se convierta en un icono”
Un equipo de botánicos de Polonia integrado por los mayores especialistas en cycas ha datado entre los 180 y los 200 años la edad del icónico ejemplar situado en el antiguo Hospital de San Martín y futura sede del MUBEA Gran Canaria Museo de Bellas Artes. Además, ha determinado que su esperanza de vida puede prolongarse incluso un siglo tras analizar su estado y en base al nuevo protocolo de cuidados que se ha establecido.
Los expertos Michal Wegrzyn y Krzytof Kapala han permanecido durante una semana en Gran Canaria en una visita de apoyo científico coordinada entre las consejerías de Cultura y Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria. Su diagnóstico ha dado lugar a una serie de medidas y recomendaciones para alargar al máximo la vida de la cyca circinalis.
El Cabildo de Gran Canaria decidió incluir su conservación en el proyecto arquitectónico del MUBEA por su relevancia natural y porque sus raíces se hunden en la memoria colectiva insular, además de ser un testigo mudo del paso del tiempo y de la historia del Hospital de San Martín, desde su llegada a la isla desde Filipinas en el siglo XIX en el equipaje de vuelta de un doctor, hasta su nueva dimensión como espacio artístico.
La cyca estaba allí cuando el centro hospitalario realizaba una labor crucial para la sociedad insular. También mientras Jorge Oramas observó y pintó la luz y los colores de los riscos de la capital. Y seguirá ahora en el mismo lugar, siendo ella la que recibe cuidados y sanación, en este nuevo templo de las artes trazado sobre el lienzo del tiempo.
Entre estas primeras acciones se incluye la sustitución ya efectuada del sustrato por uno más apropiado, pues el anterior se encontraba demasiado apelmazado y falto de nutrientes, y su impermeabilización. Igualmente, los botánicos polacos han recalcado la importancia de regarla con mayor abundancia, dado que estas plantas son originarias de ambientes subtropicales de Asia y América, muy húmedos.
Las cycas no generan grandes sistemas radiales de raíces, pero los especialistas polacos creen que es posible que esta sí haya profundizado en el subsuelo en busca de agua. Ha jugado a su favor que es una superviviente. Lo demuestra el hecho de que esta especie es más antigua que las propias Islas Canarias, que cuenta incluso con raíces que emergen en vertical del suelo para captar directamente el nitrógeno, además de alimentarse de cianobacterias.
“Es una planta muy dura”, informaron ante el ejemplar en la visita realizada por el presidente del Cabildo, Antonio Morales; la consejera de Cultura, Guacimara Medina; el consejero de Medio Ambiente, Raúl García Brink; el director del Jardín Botánico Viera y Clavijo, Juli Caujapé; y responsables de la empresa de mantenimiento Palmatum.
Su agenda de trabajo incluyó también reuniones técnicas previas con la jefa del Servicio de Museos del Cabildo, Alicia Bolaños, con el equipo del MUBEA, con el arquitecto, Pedro Romera, y con los técnicos de Medio Ambiente, una reunión de trabajo multidisciplinar y en coordinación entre distintos departamentos en la que se establecieron las primeras medidas a tomar con el ejemplar y las bases del protocolo de cuidados que requiere la cyca. El objetivo es aunar la preservación de la cyca con las necesidades propias de un museo.
Su labor en la isla ha incluido también el tratamiento contra la cochinilla, el tratamiento de plagas con principios activos y la limpieza de las hojas más accesibles, tarea que continuará en adelante el equipo de Palmatum con las directrices que se han establecido. El Cabildo también les ha solicitado un informe técnico y descriptivo para cimentar sus valores.
No es fácil datar a las cycas, sobre todo porque no generan anillos, como hacen los árboles, a los se asemejan más que a las palmeras, pese a lo que pueda parecer en un primer golpe de vista. El ejemplar del MUBEA es una hembra y, por el momento, han aconsejado mantener a los ‘hijos’ adheridos a su tronco, que se eleva hasta los ocho metros de altura. Aseguran que jamás habían visto un ejemplar de este porte. En el vivero forestal de Tafira se conservan tres hijos extraídos de la cyca del MUBEA, lo que garantiza la continuidad de este ejemplar en el futuro.
“La cyca es una joya natural, un elemento de referencia que fusiona arte y naturaleza. Y acertamos al proteger esta planta singular que va a identificar la larga trayectoria de este edificio, primero como hospital y luego como el museo que albergará las obras artísticas más importantes de la isla, las cuales han ido configurando nuestra historia a través del arte. Se unen por lo tanto arte, memoria y naturaleza”, enfatizó el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales.
“Hemos conseguido lo que pretendíamos inicialmente”, subrayó por su parte, la consejera insular de Cultura, Guacimara Medina, quien agregó “que se confirma el acierto de la apuesta iniciar por mantener la cyca en este espacio para que conviviera con el MUBEA y se llegara a convertir en un icono, como estoy convencida de que ocurrirá”.
Actualmente el MUBEA está inmerso en las obras de la segunda fase. En este proceso, una de las principales acciones, entre otras, es el acristalamiento del patio de la cyca circinalis, precisamente para compatibilizar dos cuestiones fundamentales para el museo: el aislamiento de las salas de exposición para su correcto control de temperatura, humedad e incidencia lumínica, fundamental para la correcta conservación de las obras expuestas en dichos espacios, y habilitar el espacio al aire libre para la cica, que dote a esta planta singular y centenaria de un entorno apropiado y adecuado para su conservación y cuidado.
El proceso del MUBEA, cuya apertura está prevista para finales de 2026, es reflejo del carácter orgánico, vivo, adaptativo y resiliente de la cyca. Será su emblema, su inspiración y su anclaje a la memoria, desde las raíces del pasado a las múltiples ramificaciones del presente y el futuro.
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