La Policía Nacional esclarece un grave caso de ciberacoso continuado contra una menor en Telde

La Policía Nacional ha esclarecido un grave caso de ciberacoso continuado, amenazas y coacciones sufrido durante meses por una menor de 17 años del municipio, tras una investigación desarrollada por el Grupo de Delitos Tecnológicos de la Comisaría Local de Telde.

El caso comenzó en abril, cuando el número de teléfono privado de la joven fue difundido en redes sociales acompañado de acusaciones falsas que buscaban incitar a terceros a contactar con ella. Desde ese momento, la víctima comenzó a recibir llamadas, mensajes y audios anónimos, muchos de ellos con insultos, amenazas de muerte y expresiones de odio.

Meses de hostigamiento: doxing, amenazas y llamadas ocultas

Según la investigación policial, la menor fue objeto de una campaña de hostigamiento digital que incluyó prácticas como el doxing (difusión de información personal sin consentimiento), repetidas llamadas desde números ocultos, intentos de averiguar su domicilio e incluso ataques dirigidos a personas de su entorno.

La persistencia de estas acciones afectó gravemente la tranquilidad y seguridad de la joven, encajando en los delitos de amenazas, coacciones y stalking, tal y como recoge el Código Penal.

Una detenida y dos investigadas fuera de la demarcación

Gracias al análisis de perfiles digitales y líneas telefónicas vinculadas a las comunicaciones, los agentes lograron identificar a las presuntas responsables.

Como resultado de las diligencias, una mujer fue detenida, mientras que otras dos han sido investigadas, aunque no se ha procedido a su arresto por encontrarse fuera de la demarcación policial.

Llamamiento a la prevención y al uso responsable de internet

La Policía Nacional ha recordado la importancia de no difundir datos personales de terceros en redes sociales y de denunciar cualquier forma de acoso digital. El cuerpo policial subraya la necesidad de fomentar un uso seguro de las nuevas tecnologías, especialmente entre adolescentes, advirtiendo que conductas como las registradas en este caso pueden derivar en consecuencias penales graves.

La institución insiste en que el ciberacoso es una forma de violencia real, con impacto directo en la salud emocional de las víctimas, y reitera su compromiso en la protección de menores y la persecución de estos delitos.