Esta construcción ubicada en San Bartolomé de Tirajana alberga un museo gratuito donde el visitante podrá descubrir y aprender sobre las costumbres y la historia de la isla. Se puede visitar gratuitamente todos los días de 10:00h. a 17:00h.
Desde que el ser humano se embarcara (nunca mejor dicho) en la aventura de la navegación han pasado varios siglos. Esto le permitió descubrir nuevos mundos o expandir rutas comerciales. Los faros siempre han estado ligados a la historia de la navegación, pues antes de la invención del GPS, eran un instrumento muy necesario para que los patrones de los barcos pudieran ubicarse y saber dónde estaban los puertos.
Canarias vive del mar, y como tal los faros siempre han jugado un papel fundamental en su desarrollo. Concretamente, durante la segunda mitad del siglo XIX, el archipiélago canario se convirtió en un enclave estratégico en el periplo comercial hacia Europa, África y América, ocasionado por la economía imperialista de la época. Por ello, los faros son edificaciones tan importantes.
Hoy en día, en todo el archipiélago existe un total de 50 faros. De ese resultado, 18 faros fueron construidos entre 1964 y 1964, con más de un siglo de historia poseen un valor patrimonial de carácter histórico incalculable, ya que fueron los primeros en ver la luz.
Gran Canaria cuenta, actualmente, con 7 faros en funcionamiento. Los faros históricos de esta isla son el de La Isleta (1862), el de Maspalomas (1890) y el de Arinaga (1962). De estos tres faros históricos, el de Mapalomas ostenta la mayor altura con 56 metros y 246 escalones.
Centro Etnográfico del Faro de Maspalomas
Al pie del Faro de Maspalomas se ubica su centro etnográfico. Un espacio rehabilitado por la Fundación Para El Estudio y Desarrollo de la Artesanía Canaria (FEDAC) en 2019 tras varios años en desuso. El centro puede visitarse gratuitamente todos los días del año. Este cuenta con tres plantas muy bien acondicionadas y que respetan la arquitectura original de Juan de León y Castillo.
Al entrar al complejo se encuentra un homenaje a esos faros históricos de Canarias que han marcado la historia y han sido clave en el desarrollo insular. Se puede ver cuantos faros tiene cada una de las islas, además de su ubicación. Asimismo, de una forma interactiva, el visitante podrá descubrir y aprender algunos datos sobre la instrumentación empleada en la navegación durante sus inicios.
Al ascender al primer piso a través de la escalera divisamos un impresionante mural a modo de collage en el que se observan los rostros de personalidades relevantes que han pasado por Gran Canaria a lo largo de toda su historia, desde Juna II (rey de Marruecos) en el siglo I a.C. hasta la escritora Agatha Christie.
Al llegar a la planta superior llegamos al museo propiamente dicho que esta divido en varias salas. Cada estancia está dedicada a un aspecto de la cultura de la isla, comenzando con un breve paso por la época aborigen de la isla y exponiendo algunas reproducciones de objetos utilizados en dicho periodo.
También podemos encontrar maquetas de viviendas aborígenes, así como una recopilación de teorías sobre por qué los antiguos pobladores llegaron al archipiélago. Se cree que los primeros pobladores de Canarias llegaron 500 años antes del inicio de nuestra era.
Otra de las estancias se dedica a la industria textil de las islas hablando sobre la vestimenta típica con el “cachorro canario”. Y es que el sector de los sombreros se popularizó durante los siglos XVII y XVIII. Para fabricarlos se empleaba pelo de conejo o de camello, este pelo era afieltrado, y posteriormente se confeccionaba empleando como apresto cola de pez, resina de almendro, goma arábiga u otras.
Asímismo nos muestra algunos bordados típicos y cómo se fabricaban. La mayoría eran hechos artesanalmente. Hay que tener en cuenta que tras la conquista por parte de los castellanos se convirtió en una de las actividades más importantes de la economía isleña.
Por otro lado, las pieles de los animales también se utilizaban para fabricar otros objetos como zurrones (bolsa hecha con piel de cabra), muy empleados en el pastoreo, o instrumentos de percusión.
El museo también abarca enseñanzas desde el punto de vista de la herrería. Aunque este es un sector que apenas ha sufrido cambios. Se pueden ver algunas herramientas junto a una breve explicación de como se trabaja el metal. Su conocimiento y empleo, junto a la madera jugó un papel fundamental en la agricultura y la construcción.
En el caso de la agricultura, se sabe que, por los restos encontrados en excavaciones arqueológicas, los aborígenes ya empleaban una gran destreza en la manipulación de fibras vegetales para fabricar cestas de mimbre o diversos objetos.
Dos profesiones poco conocidas
Por otro lado, dos profesiones tradicionales menos conocida de la isla tradicionales de la isla y de las que sí se habla en este centro etnográfico son la de cencerrero y la de jaulero.
Los cencerreros eran antiguos pastores que fabricaban estas campana hechas de latón y en su interior colocarán un pequeño trozo de madera llamado “badajo”. Por otro lado, el jaulero, que es una profesión artesanal en vías de extinción se encargaba de confeccionar jaulas para los pájaros canarios que abundaron las islas durante el siglo XVII.
Estas son solo algunas de la muestras culturales y tradicionales que ofrece Gran Canaria. El Centro Etnográfico del Faro de Maspalomas posibilita que el turista y el residente puedan aprender y conocer todo lo que encierra esta tierra conocida popularmente como “el continente en miniatura”. Una experiencia muy enriquecedora a nivel cultural. El espacio cuenta además con una tienda de artesanía, un punto de información turística y exposiciones temporales.
Finalmente, si se accede una planta más arriba llegamos a la azotea de este centro, donde se pueden divisar una vistas aéreas de la playa de Maspalomas y del antiguo muelle.
El Faro de Maspalomas, Bien de Interés Cultural
En la actualidad, el Faro se ha convertido en todo un icono para los residentes de Gran Canaria, y es un punto obligado de parada, junto con las dunas de Maspalomas, para todos los turistas que visitan cada año la isla. Este es uno de los faros más populares de Canarias, y aún hoy, más de 100 años después de su construcción sigue en funcionamiento.
Es tal su popularidad que en 2005 fue nombrado Bien de Interés Cultural, ostentando ese reconocimiento hasta el día de hoy.
¿Sabías qué?
Junto a los faros existía un edificio en el que vivían los torreros y sus familias. Estas edificaciones eran robustas y elegantes en las que se empleaba cantería tallada. Actualmente, en el caso de Maspalomas, ese edificio se ha convertido en el Centro Etnográfico del Faro de Maspalomas.
El 19 de junio de 1861 la Comisión de Faros propone la construcción de un faro “ de primer orden, de luz fija o centelleante en la punta de Maspalomas”. En 1984 el ingeniero local, Juan León y Castillo, redacta el proyecto de la edificación. Así la construcción de este monumento se extiende hasta 1889, poniéndose en marcha en 1 de febrero de 1890.
A partir de entonces este inmueble cumple con la función de balizar, para la navegación marítima, la costa sur de Gran Canaria. De esta forma abarca una franja costera que va desde la Punta de Arinaga, por el Este, hasta la Punta del Castillete, por el Suroeste.
Cuándo ir al Centro Etnográfico
El museo es gratuito y está abierto de lunes a domingo de 10:00 de la mañana a 17:00 de la tarde.